Gratitud

La gratitud es la puerta de la abundancia

La Rae la define como “El sentimiento que nos obliga a estimar el beneficio que se nos ha hecho, y a corresponder a él de alguna manera”. Mientras termino de escribir esto, mi vocesita interna me dice que no está de acuerdo con esa definición y que las fronteras de la gratitud van mucho más allá de sentirnos obligados, por que sí de algo estoy segura es que somos libres de sentir y hacer lo que nuestra alma y conciencia nos dicta, está en nosotros definir sí está bien o no.

La gratitud es un sentimiento que pone en expansión el corazón, un sentimiento que permite identificar cada detalle que hace parte de nuestras vidas ya sean creados por nosotros o por todos los seres que nos rodean. Por muchos años no me sentí identificada con la vida que llevaba y simplemente me limitaba a vivir día a día con los placeres y/o dificultades que estos trajeran, lo cual me impedía estar 100% agradecida por mi realidad. Hasta hace pocos meses comencé a darme cuenta de la importancia de agradecer, de levantarme por las mañana y sentir felicidad al ver los primeros rayos del sol atravesando mi ventana. Obviamente esto no pasó de un día a otro, es imposible decir que un día me levanté y simplemente me sentí agradecida por estar en el aquí y en el ahora; Todo esto empezó cuando decidí comenzar a valorar los pequeños detalles, cuando comencé a creer en el universo y dejar todo en manos de él (no sin antes gritarle a los 4 vientos que quería para mi vida y que él se encargará de mostrarme el mejor camino). Es importante saber que la gratitud no solo se limita a dar las gracias o estar agradecido por algo (aunque es fundamental), es también la capacidad de aprender a recibir. ¿Cuantas veces sentimos que no somos merecedores de una mejor vida, de un mejor trabajo o simplemente de un mejor cambio?

Yo me incluyo en este grupo por que muchas veces he sentido (y me siento) como sí este tipo de cosas solo le pasarán a las demás personas … un momento ¿Y a mi por que nó? Por que simplemente veo en los demás eso que me gustaría para mi pero no he desarrollado al 100% la capacidad de aprender a recibir. Lo más importante en este proceso es reconocerlo y corregirlo; ¿Cómo?:

- Valorándome lo suficiente como para sentirme merecedor de un camino mejor. (El paso más importante)

- Siendo consciente de cada unos de mis pensamientos y reconocer cuando me estoy sintiendo no merecedor de algo. Esta herramienta es super importante por que me da la capacidad de cambiar este tipo de pensamientos por unos positivos donde me pueda visualizar viviendo lo que deseo. Aunque en un principio, ser consciente de los 60.000 pensamientos que tenemos en un día es un reto casi utópico, lo que podemos hacer es al finalizar nuestra jornada analizar las situaciones en las cuales no nos sentimos merecedores y cambiar la perspectiva de este pensamiento en pro de darle un cambio positivo.

- Visualizarme y sobre todo sentir que por derecho natural (solo por haber nacido en la tierra) tengo acceso a la abundancia infinita del universo y que nadie ni nada puede luchar contra este decreto universal a menos que yo lo permita.

- Constantemente cuando tengo espacios de claridad, trato de repetirme este “mantra” que leí en el libro de Mujer Holística (encuentra la reseña en Libros Tribu Yogi) y me encanta por que se que mis pensamientos se convierten en acciones y mis acciones en hábitos y mis hábitos en mi DESTINO: “Soy abundancia en estado natural”.

Sentir gratitud es un sentimiento hermoso, es expandir el corazón para hacerlo vibrar desde las más altas esferas de luz y amor, es reconocer en mi y en el otro esos detalles que hacen que mi camino sea perfecto.

“Yo honro el lugar dentro de ti, donde el universo entero reside. Yo honro el lugar dentro de ti de amor y luz, de verdad y paz. Yo honro el lugar dentro de ti, donde cuando tú estás en ese lugar en ti y yo estoy en ese lugar en mí, tú y yo somos solo uno”.

Namasté.

V.